¿Que es la Adoración?

 

 

La Adoración es atribuirle a Dios lo que Él se merece

  • (1ª Crónicas 16:27-29; 2ª Reyes 17:36).  Primeramente, la adoración no se trata de nosotros, la adoración se trata de Dios.  Sabemos que suena muy sencillo, sin embargo, ¿Cuántas veces llegamos y salimos de un Servicio de Adoración dándole escasa atención a la Persona por quien el servicio de Adoración existe?

La Adoración ultimadamente es para Dios, no para nosotros.

  • Muchas personas se alteran sobre los diferentes estilos de adoración.  Para muchas personas, tener el sonido correcto en la música de adoración es el Gran Factor Decisivo al decidir si esa será o no será la Iglesia para ellos – o aun decidir si esas otras personas con ese otro estilo de adoración son buenos Cristianos o no.  La frase “estilo de adoración” nació en parte a la errante noción que la adoración se trata de lo que nos agrada a nosotros – el tipo de música, la clase de instrumentos o el periodo en el cual fueron escritas las alabanzas.  Es verdad que en ciertas ocasiones hay ciertos tipos de alabanza que puede ser tan distractora a algunas personas que simplemente tiene dificultad en adorar en tal ambiente.  Su manera de pensar, cultura, consciencia o crianza le hace imposible tolerar ciertas maneras de adorar.  En otras ocasiones, cierta adoración puede tener cualidades o acciones negativas que son contrarias a lo que la Biblia enseña.  El punto aquí es afirmar que la adoración no se trata de lo que nos agrada a nosotros, lo que nos gusta a nosotros o aun con lo que nos sentimos cómodos.  Pueda que usted se halla sentido incomodo con el estilo de alabanza de Israel o algunas de sus practicas (2ª Samuel 6:13-23).  Poniendo al lado nuestras preferencias personales, la adoración se trata de Dios.  La adoración es una respuesta de humildad, gratitud y gozo a Su grandeza (Salmos 100; Isaías 44:23; Isaías 51:11).  A veces nos preocupamos tanto por lo que la gente piense acerca de nuestra adoración, que construimos una barrera a la verdadera adoración.  Nuestro intento a una buena experiencia en la adoración se trastorna a una insípida auto-adoración.  “¿Levanto mis manos en este momento en la adoración?  ¿Será este un momento bueno para entrar con una adoración espontanea?  ¿Cierro mis ojos ahora?”  Cuando estos tipos de preguntas se convierten en nuestra preocupación, comenzamos a adorar no a Dios sino a nosotros mismos.  Dios advierte severamente en contra de todo lo que no sea adoración a Dios (Deuteronomio 8:19; Deuteronomio 11:6).

Para poder adorar, tenemos que ver a Dios.

  • Un estudio de la adoración a través de la Biblia nos confronta con una verdad poderosa.  La alabanza y adoración ocurre como una respuesta a quien Dios es.  Por ejemplo, Dios es Rey; tenemos que adorar (Salmos 22:27).  Dios nos creo; tenemos que adorar (Salmos 95:6).  Dios es santo; tenemos que adorar (Salmos 96:9).  Dios nos escogió y justifico (Romanos 1-11); tenemos que adorar (Romanos 12:1).  Dios es santo y justo; tenemos que adorar (Apocalipsis 15:4).  La adoración es una respuesta a quien Dios es.  Adoramos en reverencia y asombro por el carácter y la persona de Dios (Hebreos 12:28).  Dios se ha revelado a través de las Escrituras, por lo tanto, meditar en la Palabra debe de ser una parte integral de nuestra adoración.  Dios nos ha ordenado a orar sin cesar.  La oración le rinde la importancia a Dios que Él merece.  Por lo tanto, la oración también es parte integral de nuestra adoración.  La verdadera adoración siempre considera a Dios.  Al buscar la presencia de Dios, al buscar ver a Dios, le adoraremos en espíritu y verdad.

Se adora con propósito

  • (Génesis 22:5; Jueces 5:3; Salmos 9:1).  La gente no adora por accidente.  La adoración tiene que tener una intención.  La adoración corporativa es una expresión de lo que los Cristianos deberían estar practicando y viviendo en sus vidas diarias (Romanos 12:1).  La verdadera adoración incluye al Espíritu (Juan 4:23-24), porque Él nos ayuda a adorar.  En el Antiguo Testamento, ir a adorar era un evento mucho más grande que simplemente caernos de la cama el Domingo por la mañana, ponernos la ropa que este a la mano y arrastrando a la familia a la Iglesia.  Pueda que esto sea un gran logro especialmente si tienes a pequeños en la casa, pero no se compara a lo que tenían que hacer los Israelitas.  Adorar en muchas ocasiones involucraba una jornada de varios días, llevando suministro, animales, etc.  En muchas ocasiones, adorar incluía degollar animales y la adoración duraba por días.  A veces los servicios de adoración duraban horas y horas, parados en el sol ardiente de Palestina.  “Adorar” significaba mucho más que simplemente llegar a un auditorio cómodo un Domingo por la mañana.  No estamos diciendo que debemos de hacer nuestra adoración más difícil.  Simplemente estamos dando a entender que la adoración es un acto con propósito, no un accidente, no un rito y no algo que hacemos porque está en la lista de cosas de hacer en un Servicio.

 

Esperamos que al unirse a Comunidad Misionera De Adoración, usted pueda sentir la libertad de adorar a Dios por quien Él es.  En todo momento Dios ha sido bueno.  En todo momento Dios ha sido fiel.  En todo momento Dios ha sido DIOS.