Medita En Esto

“Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.”  Estas son las palabras del Rey David en el Salmo 27.  Él sabía que solamente había uno que no le dejaría pasara lo que pasara.  A lo mejor tú has puesto tu confianza en una persona que te falló.  En  el momento de tu necesidad, esa persona que prometió nunca dejarte partió dejándote solo(a).  Sin embargo, hay una promesa para tu vida en este día, el Señor te promete que Él nunca te dejará.  El Rey David conocía bien lo que era ser traicionado por alguien a quien  el amaba.  El Rey Saúl buscaba matar a David aun cuando le había prometido guardar su vida.  Su propio padre parecía olvidarse de él aun en los eventos de mayor importancia para la familia.  Sin embargo, en los momentos más difíciles de su vida, David sabía que podía contar con la presencia de Dios en su vida.  Por eso David entona este otro Salmo al Señor, “Jehová es mi pastor; nada me faltará.”  David entendía que no había nadie sobra la faz de la tierra en quien él podía confiar más que en Dios.  El Señor Jesús le dio una promesa similar a los Discípulos, les dijo “…Y yo rogaré al Padre, y os dará Consolador, para que esté con vosotros para siempre.”  Hoy, la misma promesa está disponible para ti.  El Señor sigue prometiendo, “…aunque tu padre y tu madre te dejaran, con todo, Yo te recogeré.”   Medita en esto…


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